¿Qué ejercicios están recomendados para combatir el cáncer de estómago?

Según la entrenadora especializada en ejercicio y cáncer y profesora de ESHI, Cristina González, los ejercicios de fuerza, alta intensidad y cardiovascular son altamente efectivos para mejorar la fatiga, la función física y la calidad de vida de los pacientes con cáncer de estómago. Además, la experta destaca que estas actividades también proporcionan beneficios psicológicos durante y después del tratamiento.

También sostiene que la actividad física puede prevenir el cáncer de estómago en un 19%. Añade que, además de hacer ejercicio, otros factores que previenen este tipo de cáncer son evitar el consumo del tabaco, mantener un peso saludable y tener una dieta equilibrada.

¿Qué importancia tiene el ejercicio de fuerza para los pacientes con cáncer de estómago?

El ejercicio de fuerza ayuda a aliviar los síntomas y problemas asociados al cáncer, tanto durante como después del tratamiento. En concreto, se ha demostrado que el ejercicio de fuerza mejora la fatiga asociada con el cáncer, aumenta los niveles de masa y fuerza muscular, mejora la densidad mineral ósea, reduce la incidencia de náuseas y el reflujo provocados por el tratamiento, así como la pérdida de apetito y potencia la función física y la calidad de vida.

¿Es recomendable el ejercicio de alta intensidad?

Las intervenciones de ejercicio interválico de alta intensidad han sido comprobadas como seguras para los supervivientes de cáncer, mostrando efectos muy similares al ejercicio aeróbico de intensidad moderada y con buenos niveles de adherencia. Por ello, constituyen una opción efectiva para quienes prefieren este tipo de ejercicio o prefieran intervenciones de menor duración que las convencionales.

¿Qué aporta el ejercicio cardiovascular?

El ejercicio físico cardiovascular mejora tanto la salud física como mental. Concretamente, ayuda a aliviar la fatiga asociada al cáncer de estómago, mejora la capacidad cardiorespiratoria y la función física, puede regular patrones de sueño y mejora los niveles de ansiedad, estrés y depresión.

¿Cómo de importante es la periodicidad en el entreno?

Al igual que en la población general, planificar el entrenamiento es crucial para los supervivientes de cáncer de estómago. En este contexto, es esencial que la prescripción del ejercicio sea personalizada, adaptándose a la sintomatología, circunstancias y objetivos específicos de cada individuo.

¿Existe algún ejercicio contraindicado?

Antes de comenzar cualquier programa de ejercicio, es crucial que un equipo médico asesore a la persona, considerando su situación específica y necesidades particulares.

¿La actividad física también ayuda a prevenir este tipo de cáncer?

Sí, existe una sólida evidencia que demuestra que mantener niveles adecuados de actividad física puede disminuir significativamente el riesgo de varios tipos de cáncer, como el de estómago, colon, mama, endometrio, riñón, vejiga y esófago. Específicamente en el cáncer de estómago, un meta-análisis publicado en 2016 reveló que las personas más activas reducen su riesgo de desarrollar este tipo de cáncer en un 19%.

¿Qué otros factores ayudan a prevenir el cáncer de estómago?

El cáncer de estómago tiene un origen multifactorial. Entre los factores que se asocian con un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad se encuentran el consumo de tabaco, la obesidad, la infección por Helicobacter Pylori, y una dieta alta en sal o poco saludable. Además, como se mencionó anteriormente, mantener niveles adecuados de actividad física ha demostrado ofrecer un efecto protector contra esta enfermedad.

¿Existe la concienciación necesaria en la población para combatir esta enfermedad?

Resulta impactante observar que cuatro de los siete cánceres más comunes afectan al sistema digestivo: colon y recto, estómago, hígado y esófago. El de estómago ocupa el cuarto lugar, detrás del de pulmón, colon y recto y próstata. En mi experiencia, no es de los más conocidos, por lo que se debería aumentar la concienciación sobre esta enfermedad.