Quantcast

FITNESS

Beneficios de la actividad física y el deporte

Qué ejercicio físico puede practicarse tras detectarse un cáncer

Consejos de Lucía Sagarra, directora de BeOnactive

Qué ejercicio físico puede realizarse tras detectarse un cáncer

Algunos síntomas bastante habituales entre las personas con cáncer son la fatiga, la astenia o cansancio, desacondicionamiento físico, ansiedad, pérdida de funcionalidad, dolores musculares y/o articulares, dificultad para dormir, entre otros. Imagen: Freepik.

(28-6-2024). Lucía Sagarra, directora de BeOnactive, centro especializado en población oncológica, nos explica cómo, ante un cáncer, puede ayudar el practicar ejercicio físico y los entrenamientos, qué clase de actividades se suelen realizar y el protocolo a seguir antes de empezar la programación de los ejercicios.

BeOnactive es un centro de entrenamiento, nacido en 2020, y especializado en población oncológica. La directora del centro es Lucía Sagarra, Graduada en Ciencias de la Actividad y el Deporte (Universidad de Lleida); Doctora en Ciencias de la Salud y el Deporte (Universidad de Zaragoza), mención Cum Laude y mención internacional, y Graduada en Enfermería (Universidad Rovira i Virgili, Tarragona).

Lucía Sagarra, directora de BeONactive

Sagarra recuerda cómo se inició su especialización en pacientes oncológicos. “En el año 2006 estaba cursando mis estudios de doctorado y tuve la oportunidad de participar en una investigación relacionada con los beneficios del ejercicio físico en mujeres diagnosticadas en cáncer de mama y que estaba recibiendo tratamiento”.

“En aquel momento”, añade, “era un área de investigación muy árida en España. Sin embargo, el trato con este tipo de pacientes me atrajo especialmente porque me di cuenta de que el ejercicio que llevaban a cabo les permitía sentirse mejor”.

Por otro lado, “la complejidad de la enfermedad supuso un reto para mí y esto también era desafiante al mismo tiempo. A partir de esa investigación, el área del cáncer en personas adultas y el ejercicio físico ha sido y es mi pasión”, afirma.

Cáncer: cómo se encuentra el organismo

Lucía Sagarra explica que, “antes que nada, hay que remarcar que el cáncer es un conjunto de enfermedades muy heterogéneas. Y, aunque la génesis o desarrollo de la enfermedad sigue un patrón bastante similar en todas ellas, la sintomatología que presentan las personas en el momento del diagnóstico o durante la fase aguda de la enfermedad (tratamientos como la cirugía, la quimioterapia o la radioterapia, entre otros) puede ser muy diferente”.

Sin embargo, a nivel general, “es posible identificar algunos síntomas bastante habituales entre las personas con cáncer como son la fatiga, la astenia o cansancio, desacondicionamiento físico, ansiedad, pérdida de funcionalidad, dolores musculares y/o articulares, dificultad para dormir, entre otros”, detalla.

Cómo puede ayudar realizar ejercicio físico y entrenamientos

En la actualidad, la evidencia científica ha demostrado ampliamente los beneficios que el ejercicio físico reporta en este tipo de población. “De este modo, se puede afirmar que el ejercicio físico es como un potente fármaco capaz de mejorar la salud de las personas con cáncer”.

La experta resalta que, “concretamente, se han evidenciado mejoras en la sintomatología relacionada con la fatiga, mejoras en la forma física y en la función, aumento de la masa muscular y mejoras en la composición corporal, mejoras en la capacidad aeróbica, entre otros”.

En definitiva, es posible afirmar que el ejercicio físico regular y supervisado mejora la calidad de vida de las personas con cáncer, recomienda.

Qué clase de actividades se suelen realizar

La directora de BeONactive destaca que, “la enfermedad oncológica per se, así como los tratamientos, impactan negativamente en el sistema musculoesquelético y cardiovascular de las personas”.

En este sentido, “el tipo de entrenamiento que se aconseja y que más beneficios reporta sería el entrenamiento de fuerza y el trabajo cardiovascular. Adicionalmente, se aconseja igualmente hacer un trabajo específico de mejora de otras capacidades físicas como el equilibrio o la flexibilidad”.

Las sesiones que se realizan son de una o dos clases semanales.

Antes de empezar el ejercicio físico

Sagarra asegura que, antes de que la persona se inicie en el programa de entrenamiento supervisado, se realiza una valoración inicial que consiste en una entrevista en profundidad sobre aspectos de salud y de la enfermedad oncológica”.

Posteriormente, se realiza una valoración antropométrica y de la composición corporal y por último se valora la condición física de la persona y su estado funcional. A partir de aquí se  establece una determinación del riesgo que presenta la persona en función a su estado de salud para iniciar el programa de entrenamiento.

En este sentido se descartan comorbilidades asociadas como problemas de corazón o enfermedades importantes; así como, limitaciones importantes a la práctica de ejercicio físico (caquexia severa).

Más información en BeONactive


No hay comentarios

Añade el tuyo