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CICLISMO

Según destacan Cobalai y Urban Motion

Los patinetes eléctricos pierden rentabilidad para los talleres de bicicletas

Sufren una bajada de ingresos en esta línea de negocio del 30%

Un patinete eléctrico

Cobalai señala que las ventas y reparaciones que dejan de producirse en el sector de los patinetes eléctricos, no migran hacia el sector de la bicicleta porque “son soluciones de movilidad muy distintas”.

(25-6-2024). Las restricciones impuestas para la certificación y el uso de los patinetes están teniendo un impacto significativo en la rentabilidad de este medio de transporte para los talleres de bicicletas. Así lo confirman desde la marcas Cobalai y Urban Motion, quienes se han visto afectados directamente por dichas regulaciones.

Los patinetes eléctricos enfrentan dificultades debido a nuevas restricciones impuestas, tanto por las administraciones como por el transporte público. La DGT ha establecido que, desde el 22 de enero de 2024, todos los patinetes eléctricos vendidos deben contar con una certificación específica. Además, Renfe ha prohibido el acceso de patinetes eléctricos en todos sus trenes desde diciembre del año pasado.

Esta situación ha provocado progresivamente una disminución en la rentabilidad del negocio de los patinetes eléctricos para los talleres de bicicletas. El responsable de ventas de Urban Motion, Manel Oliver, señala que la empresa ha reducido su catálogo de patinetes eléctricos de siete a cuatro modelos este año debido a las dificultades para obtener las licencias exigidas por la DGT.

PROBLEMAS EN LA CERTIFICACIÓN

Manel Oliver admite que “hemos registrado una caída de la venta de patinetes eléctricos de hasta un 70% este año. Las certificaciones de cada modelo nos están dando muchos problemas. Se requiere un pago de 7.000 euros para regular cada uno de ellos, lo que nos ha obligado a reducir la cantidad de versiones disponibles en el mercado”.

El responsable de ventas de Urban Motion recomoce que la enseña no podrá seguir desarrollando la línea de negocio hasta que se activen más laboratorios para que tramiten la certificación. El directivo indica que “actualmente solo existe un único laboratorio que genera certificaciones”, en referencia a Applus+ Idiada, designado como laboratorio para la certificación de Vehículos de Movilidad Personal (VMP).

CONFUSIÓN EN LOS USUARIOS

El responsable de ventas de Urban Motion, Manel Oliver explica que, tanto su área dedicada al taller como los clientes dedicados a esta actividad, han registrado una bajada de ingresos relacionada con la reparación de los patinetes eléctricos de más de un 30%.

Así lo confirma también el CEO de Cobalai Bikes, Albert Coronado, cuya línea de recambios de patinete eléctrico a talleres de reparación de ciclismo también se ha visto afectada.

Según explica Coronado, “anteriormente, los talleres se aprovisionan de material para un largo período de tiempo, mientras que ahora compran más regularmente y en mucha menor cantidad”. En su opinión, el patinete eléctrico está “dejando de ser una opción de movilidad por el gran número de limitaciones y la confusión generada en los usuarios sobre las posibles multas”.

LAS BICICLETAS NO RECIBEN UNA COMPENSACIÓN

El gerente de Cobalai señala también que las ventas y reparaciones que dejan de producirse en el sector de los patinetes eléctricos, no favorecen al sector de la bicicleta porque “son soluciones de movilidad muy distintas”.

Según añade desde dicha marca, Albert Coronado “el patinete es mucho más fácil de almacenar en una vivienda, así como transportarlo en un coche o subirlo en un ascensor, por lo que para mucha personas es difícilmente sustituible por una bicicleta”. El coste también es una barrera: “Por 500 euros tienes un patinete eléctrico competitivo, mientras que las bicicletas eléctricas poseen un valor más elevado”.


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